miércoles, 2 de mayo de 2012

Lack of Experience I

Esta semana que ha pasado fue bastante extraña, ya que he tenido varios picos emocionales :S  Aunque más que todo ha sido el mundo atacando mi lack of experience en la vida.

Al comienzo de la semana tuve una especie de meltdown sobre el nunca tener hijos, morir sola, y todo ese drama que de vez en cuando le vienen a las mujeres (reloj biológico? hormonas fuera de control?), y claro, lo descargué con el pobre mejor amigo que no sabía bien donde esconderse mientras le explicaba con lágrimas den los ojos las implicancias de la congelación de óvulos.  Afortunadamente, después de desahogar mis penas, mi drama pasó y tras unas cachetaditas virtuales (y mentales) volví a la normalidad, en su mayor parte. (En serio, Trois :P)  Pero por supuesto, la semana aún no terminaba.

El viernes pasado, la persona que siempre me adelanta a mi trabajo se iba a su almuerzo por el día del trabajo y no llevaría su carro, así que tuve que ir desde mi casa hasta la oficina por mis propios medios.  Si es temprano, este viaje puede durar entre hora y hora y media.  Así que salí, feliz de la vida, conseguí rápidamente un bus que me llevara, me senté en un asiento individual cerca de la puerta y me quedé dormida.  Cuando aún faltaba para llegar, me desperté y acomodé un poco el cabello.  Sin embargo, algo fuera de lo normal pasó al momento.

"Si quieres, dime donde te bajas y te aviso."

Era el cobrador del bus.  Yo, aún medio dormida, y con mis lentes oscuros encima, le dije "No, gracias."  Pasó un momento más.  El cobrador me alcanzó un periódico.  "Puedes leer, si quieres."  Lo rechacé en silencio.  "¿No lees?" Silencio de mi parte.  "Entonces seguro quieres seguir durmiendo.... Cuidado, que puede venir el príncipe a despertarte con un besito." RED FLAG on.  Oficialmente, me asusté.  Y cómo nunca me suceden estas cosas, no sabía qué decir.  En ese rato, creo, es cuando empezó a decir lo bonita que yo era.  Por supuesto, yo miraba al frente sin saber que decir y mandé un mensaje de susto al mejor amigo (que no contestó, ya que según él, tenía un personaje sospechoso a su lado y no quería sacar el celular)

El resto del carro, estaba casi vacío.  "Tú debes vivir por -censored: lugar donde yo vivo-, por que ahí te subiste."  Dijo dos urbanizaciones cercanas a donde vivo.  "Entonces debes trabajar por aquí... ¿En que trabajas?"  Yo balbuceaba no sé qué, mientras me aterrorizaba más.  Cómo ya no contesté, me dejó en paz un rato.  Afortunadamente, llegué a mi paradero y me bajé.  Al salir, me dijo "¿No me darás tu teléfono?"  Yo seguí mi camino... y en cuanto me hube alejado, me puse a temblar como una hoja.

Ahora, después que han pasado los días y he contado la historia a diferentes amigos, algunos me echan la culpa a mí U.U Aunque todos coinciden que mucho tiene que ver en que yo no sé manejar las situaciones de ese estilo, y me paralizo.  "Pero no debes quedarte así, porque puede hacer cosas peores", dijo una de mis amigas.  El mejor amigo (después de dar un comentario sobre la falda que llevaba puesta -mirada de desprecio para él-) me dijo que tengo que aprender a dar el pare apenas sucede algo que me incomoda.  Personalmente, me sentía asustada y tenía la idea de que si contestaba mal, podría pegarme (:S?) Otra de mis amigas, me dice que no les conteste y si continúan, una lisura los hará callar. 

En general, el problema no pasó a mayores, pero en cierta forma es una experiencia que tenía que superar si quiero vivir en este mundo en que los hombres a veces se sienten en libertad de decir lo que les da la gana a las mujeres.  Ya sé que para la próxima, tengo que mandar al diablo a quien se pase de fresco... aunque me muera de miedo.

La foto del post es de mi mano... que recibió una manicure para relajarse después de tantos líos en mi cabeza ;)