martes, 19 de febrero de 2013

Cupcakes con maldiciones

Este post lleva a medio escribir desde hace más de un mes.  Mi idea inicial era llorar sobre las penas que sucedieron cuando decidí por 1ra vez hacer cupcakes (magdalenas).  Sin embargo, para esta fecha ya he tenido otra "camada" de cupcakes y ya no los detesto tanto como los detesté esa vez.

Empecemos por el inicio.  Al igual que hacer galletas, los cupcakes me han intrigado por ya un buen tiempo. Hace unos meses iba a inscribirme a un taller para hacerlos, pero la amiga con la que había quedado se desanimó finalmente y nunca lo hicimos.  Decidí un poco tomar las riendas del asunto, así que compré unos moldes en forma de corazón que me gustaron para hacerlos en vacaciones.  Adicionalmente, pedí a mis amigos secretos que me consiguieran recetarios o mangas pasteleras para decorar... hubo un poco de cruces, y al final terminé con 54 moldes para cupcakes, 2 mangas pasteleras de silicona, 20 moldes para mini-cupcakes, un pequeño recetario y agarradores en forma de vaquita XD Por tanto, tenía que usarlos sí o sí.

En la primera semana de enero, me decidí por 2 recetas del recetario.  Cada una decía que la receta era para 14 y 12 cupcakes, así que decidí hacer el doble de cada una para poder llenar todos los moldes. (Ilusa yo) Compré todos mis ingredientes, incluyendo los pirotines (cápsulas) y me dispuse a empezar.  Una de las 1ras cosas... batir la mantequilla. Quiero dejar en claro que... sé usar una batidora. Sin embargo, al ver que la mantequilla estaba muy dura, alcé la batidora (apagada) para calentar la mantequilla. El problema, fue que al moverla, la batidora se prendió y empezó a tirar mantequilla por todo lugar.  Fueron un par de estresantes minutos en los que la cocina se vio decorada x mantequilla.  Procedí a limpiar. (Al día siguiente, múltiples personas seguían encontrando pedazos de mantequilla que no había visto en el techo o la pared)

Seguí mezclando el resto de ingredientes de la receta.  Mientras iba terminando de agregarlo, ocurría algo extraño.  Mi bowl... estaba al ras.  La masa, que se suponía debería llenarse a la mitad, estaba a punto de rebalsar. El final tuve que dejar la batidora y batir con tenedor, para evitar volver a llenar las paredes de la cocina de algún producto repostero.  Dejé la masa con frustración. Pasé a mirar los moldes.

Moldes con masa... aunque los colores de la foto han sido alterados :P
Los moldes que me habían regalado tenían múltiples formas.  Muchos en forma de corazón y unos pocos en forma de estrellas.  ¿Cuál era el problema?  En las recetas que había visto, se debían colocar pirotines en cada molde pero los pirotines eran todos de forma redonda.  Meterlos en los moldes de formas "especiales" fue la nueva crisis que surgió.  Para eso, mi madre había bajado a curiosear y al ver que estaba al borde de la desesperación, empezó a ayudarme, aunque evitaba los moldes en forma de estrella (los pirotines se arrugaban de maneras extrañas).  Como esperaba, la masa era demasiada.  Usamos primero los moldes redondos, y los metimos al horno.  Seguíamos con la mitad de masa y la mitad de moldes. Descarté la idea de usar 2 recetas, no sabía si quiera si alcanzarían los moldes.

Pasaron más de 20 minutos, sonó la alarma del horno y... aún no estaban listos.  Mi madre revisó el horno, y me indicó que estaba muy bajo, y subió la temperatura.  Aparentemente, la receta asumía un horno muchísimo más potente.  El primer grupo al final estuvo casi 30 mins en el horno, pero no se quemaron.  Al final, salieron 54 cupcakes... y yo estaba al borde de la histeria cuando terminamos.

Habían sido 6 horas.
***

Dos días después, decidí aventurarme a hacer la decoración de los cupcakes, que habían sido guardados en latas de galletas.  Utilicé Cream Cheese Frosting (por 1ra vez) pero extrañamente estaba menos voluminoso de lo que esperaba.  Decidí usar las mangas de silicona que me habían regalado... Fue la peor frustración hasta ese momento.  La crema salía por el pico de la manga y por donde la había rellenado y se chorreaba por todas partes.  Además, cuando empezaban a funcionar, se acababa el relleno porque era muy pequeño.  Tuve que dejarlas sólo para mini detalles y usando una cuchara de apoyo.

Estaba en medio de ese estrés, cuando mi hermano entró a ver que hacía y notó que hacía mucho calor en la cocina, así que se ofreció a traerme un ventilador. Lo trajo, lo puso en posición y lo prendió... yo tuve que tirarme a generar un campo de protección con los cupcakes. ¿Por qué? Porque el ventilador estaba lleno de polvo y al prenderlo empezó a tirar pelusas por todas partes.  Casi me pongo a llorar, mientras lo apagaba y revisaba que todos mis cupcakes seguían bien.  Tuve que quitar la decoración de algunos que habían sido contaminados.  (Mi hermano se escapó)

Finalmente, terminó la decoración... fueron 2 horas más.

***

No tenía ganas de comer los cupcakes después de tantos líos.  Así que pasaron otros 2 días hasta que volví a mirarlos, en la refrigeradora.  Allí recién empecé a ofrecerlos a mi familia y luego llevé algunos al pobre mejor amigo (que le pareció muy ácido, era cupcake de limón) aunque a las mujeres de su casa sí les gustó, y a otros dos amigos que no tuvieron mayores quejas.  Ellos querían más. XD

Decorados ♥

Después de la experiencia, me dije que no volvería a hacer cupcakes... claro que, San Valentín me hizo cambiar de parecer :P

Fotitos de la preparación de los cupcakes, en mi álbum "Cupcakes Virgin" por si tienen curiosidad de cómo iban sucediendo las cosas ;)
http://www.facebook.com/media/set/?set=a.10151205698749205.449962.648739204&l=adbdd8d062