lunes, 3 de julio de 2017

Cuando me trataron con "distinción" (no soy una proveedora :S)

Tenía pendiente esta anécdota desde el año pasado. A los dos días de que hubiera sucedido, estaba segura de que haría un curioso "análisis sociológico amateur" pero de ahí... se perdió en mi mente. Probablemente otras situaciones extrañas me hicieron olvidarlas.

Todo comienza hace casi 5 años, cuando nació el hijo de mi mejor amiga. Aquel frejolito de la ecografía fue creciendo hasta volverse un bebe, que nació, y luego fue creciendo. A partir de su 1er cumpleaños, me auto-asigné la tarea de ser la fotógrafa del evento (ya que tengo sangre paparazzi al parecer), sólo faltando una vez porque me enfermé mal XD

La primera vez que fui, llegué mientras se iban alistando las cosas y como no soy la persona más sociable, estuve tomando fotos de la decoración. Incluso cuando ya habían más invitados, me anime a ir pasando con el cumpleañero por cada grupo para tomar una foto.  A los días, mi amiga me contó que su mamá había pensado que era una fotógrafa profesional contratada.

El año siguiente... no fui por una súper gripe. Casi no hay fotos... Sorry!  El año siguiente, 3 años, me entretuve tomando fotos a los niños (que ya jugaban). Una de las niñas más grandes (8 años?) me adoptó como su igual, mientras me conversaba sobre como estos niños hacían tanto ruido, a diferencia de ella, la chica madura. No hubo sesiones de fotos "de grupo". Me fui no tan tarde ya que recién empezaba con mi novio y quería pasar aunque sea la noche de sábado con él.

La cámara
El año pasado, 4 años, fue cuando la situación se puso... ¿curiosa?  Esta vez había llegado temprano, nuevamente.  Como mi amiga estaba alistándose, empecé a hacerle conversación a la animadora que iba a hacer el show. Luego, me entretuve tomando fotos a la decoración.  Lo curioso fue cuando algunos de los invitados empezaron a llegar... no me decían ni hola.  Me miraban, veían la cámara, y me volvía invisible. Por cierto, a la animadora también la ignoraban. Primero me pareció raro, hasta que siguió pasando.  Por supuesto, la prima y cuñada de mi amiga (que me conocen) sí me saludaban y alguno que otro por cortesía.

Hubo algunos invitados que como se dieron cuenta que yo no era una "proveedora" cuando hablaba con Jacky y me servía de la mesa. (Algunos alzaron las ceja la primera vez que me acerqué a los bocaditos).  Incluso la animadora, en un momento me preguntó si faltaban más niños y yo le dije que siempre eran pocos. "¿Siempre vienes al cumple?" "Casi siempre, soy amiga de Jacky" "Ah, pensé que eras contratada."  Ahí como que fui captando porqué estaban haciendo esa "distinción" conmigo los invitados.  Lo cual no debería haber sido inclusive si yo hubiera sido en efecto una "proveedora".

Hoy, que coincide con el día de la secretaria, estaba pensando que muchas veces tratamos "diferente" a la gente que no consideramos nuestros "iguales", y es con maneras que en el fondo llaman la atención. Saludar a alguien, es una muestra de respeto, muy al margen de si está trabajando para ti o no.  Cuando entramos a una oficina, aveces no saludamos a la recepcionista... o al portero. Incluso, a veces ni a nuestros propios compañeros...

En fin. Después de dicha experiencia, me hice el propósito de saludar a todos. También note que en otras situaciones, también surgen actitudes similares. Como personas que son jefes, que no saludan a su personal o personal ajeno, incluso cuando ingresan en sus ambientes de trabajo. Esa cultura de poco respeto, va generando roces en las relaciones de las personas. Y es algo que podemos mejorar.

Mañana será la celebración de los 5 años del frejolito que ya creció. Como esta vez también llevaré a mi prometido (y la cámara XD) no sé que me esperará.

Con el prometido
EDIT: Pasó demasiado tiempo desde que escribí el post y está siendo publicado. Digamos que ese día no me trataron como fotógrafa, sino como invitada :) Aunque no me dieron sorpresa :P